miércoles, 9 de agosto de 2023

REMINISCENCIA DE DON JUSTO AROSEMENA EN LA CELEBRACIÓN DE SU NATALICIO

En todas las naciones de la tierra se ha reconocido a través de la historia a los grandes hombres que hicieron posible la grandeza de estas naciones, los estudios de estos grandes hombres representativos que sintetizan una época de su propia nación o del progreso humano. 

Ellos emanan en su vida la historia de esa época en sus anhelos de superación y realización del bienestar general y hay hombres, por el contrario, cuya grandeza estriba precisamente en la virtud de antagonizar su época, no en representarla. Son los visionarios, los profetas, los zapadores que marchan solos, delante de los demás hombres a la vanguardia de su época, descubren signos invisibles para los demás y marcan nuevos rumbos en la historia de los pueblos.  

Los primeros logran muchas veces vencer obstáculos que acumulan en su senda la propia ceguera de su pueblo y llegan hasta encumbrarse en altas posiciones, Los segundos mueren por lo general ignorados en espera del lucio de la posteridad.

Es difícil definir a Don Justo Arosemena dentro de estos dos tipos de hombres, muy pocas veces se encuentra en una misma persona las características que los definen, Don justo Arosemena al estudiar su época supo comprenderla y expresar como ninguno sus aspiraciones y anhelos de justicia, de perfeccionamiento y de libertad.

En otros aspectos sobrepasa su época cuando fustiga sus vicios y defectos con su crítica implacable, con aquella visión de estadista, apartándose de los trillados senderos de aquella época, señala nuevas normas de conducta pública y privada al redactar constituciones de acuerdo a las modernas concepciones del derecho sobre la estructura del orden  jurídico y marca nuevas rutas en la vida política y social de los pueblos.

Sin duda alguna Don Justo Arosemena fue el panameño del siglo XIX, sus planteamientos tanto en la historia de nuestro Istmo como en América han trascendido su época estando vigentes hoy más que nunca; Su figura moral e intelectual va tomando relieves más conscientes en las nuevas generaciones la memoria de Don Justo Arosemena pareciera erguirse aún más en esta época tan complicada y llena de falsas ideologías donde la doctrina ha abandonado los pensamientos de los políticos en pro de la lucha por el futuro de nuestra patria, momentos críticos donde el clientelismo y populismo son las banderas que al parecer portan los padres de la patria y donde la representación de la abogacía sufre de la desidia del gremio que la representa, sin embargo tenemos la obligación moral y ética de retrotraernos al pensamiento del padre de la nacionalidad panameña para entender e iluminar a las nuevas generaciones y preservar un legado de un gran patriota, del gran abogado con la esperanza de iluminar el camino a los nuevos licenciados en derecho e incluso a los líderes gremiales del sector abogadil patrio.

Jurisconsulto, estadista, escritor, orador, sociólogo, filósofo, lo mismo batallo con todas sus fuerzas hace dos siglos por el imperio de la libertad, la justicia y la democracia como hoy sus ideas y escritos deben de abanderar la lucha de quienes estamos llamados a hacer patria, restituyendo lo que aún es la joya de américa una república única cuyo nombre es Panamá.

Una lectura obligatoria para todo estudiante ha de ser su escrito “El Estado Federal de Panamá” en su obra desgraciadamente desconocida hoy día para la mayoría de los panameños, aún de los abogados que se dicen ser ilustrados, puede encontrar el hombre estudioso de nuestros días, la inspiración y la clave, si no siempre la solución exacta hasta el detalle, de los problemas que confrontamos en los momentos, difíciles y trascendentales que hoy vivimos.

En la concepción de sus ideas liberales que inspiraron a Don Justo Arosemena se consagra lo que él llamaba “el mayor bien para el mayor número de personas” fórmula que nos convendría aplicar en todo momento, para redactar una constitución, para formular las leyes, para dictar medidas de carácter administrativo o porque muchas veces los intereses individuales o de las minorías que pretenden ser privilegiadas, pretender igualmente privar sobre los intereses de las mayorías o de la colectividad.

Este pensamiento de Don Justo Arosemena que envuelve la fórmula liberal que el definió como “La expresión de la armonía de los intereses humanos”, debería de ser como la estrella polar para la nave del Estado, sobre todo en estos tiempos cuando se avecina un año electoral con un cambio del timón de la nave.

El remedio a este mal de los pueblos sostenía Don Justo Arosemena lo encontraba en la Educación, “Mientras no se empleen medios eficaces de educación popular, decía este insigne panameño, que hagan verdaderos ciudadanos, conocedores y defensores de sus derechos, subsistirá esa enorme distancia que hay de presente entre las últimas y las primeras capas sociales”

Para Don Justo Arosemena no se limitaba a una solución simplista. El analizaba el problema con criterio tanto sociológico, como educador, para él la función principal de la escuela debería consistir en elevar el nivel económico y culturas de las masas, mediante un proceso de educación que las capacitará para ganarse la vida y los ahuyentara del vicio, inculcando hábitos de trabajo, orden y economía. 

Lo que más preocupaba a Justo Arosemena como educador era la educación primaria que comprendía el mejoramiento de la salud, la dignificación moral y la preparación agrícola e industrial del pueblo, curiosamente hoy día sigue siendo el principal problema.

Un pueblo educado es difícilmente burlado, siendo esta la clave para preparar a una sociedad con ética y moral, conocedora de valores cívicos que puedan entender los temas de la problemática nacional y luchar por su libertad sin ser engañados.

Dicho esto puedo sin embargo dejar de consignar cuán lamentable me parece que el pensamiento de Don Justo Arosemena no ha calado más hondo, no haya ejercido mayor influencia en la estructuración de la conciencia social y política de la nación panameña.

Seguir permitiendo esta situación constituye a mi modo de ver representa una injusticia para con el hombre todo corazón, toda nobleza y dada generosidad que dedicó su vida al estudio, al trabajo fecundo de pensar, de investigar, de escribir para sus conciudadanos olvidando sus propias necesidades hasta el punto de morir en franca pobreza. 

Pero tal estado de cosas al continuar constituirá en una injusticia mayor aún para con nosotros mismos y para nuestros descendientes, al privarnos y privarlos igualmente de concurso de las luces y experiencia de un espíritu tan cultivado como el suyo. 

En contexto con los tiempos actuales Don Justo Arosemena estaba tan adelantado a su época que creó el algoritmo matemático básico de lo que hoy conocemos como criptomonedas, basado en su momento en el patrón oro de la unidad de cuenta que promovió en el congreso colombiano de 1894 en su trabajo "Moneda en el Istmo" que impulsaba el colón de oro.

Debo terminar este escrito plasmando mi preocupación por el rumbo que sigue nuestro Colegio Nacional de Abogados que cada día representa ínfimamente el gremio que lo conforma, siendo referente y de gran afectación para todos los abogados del país, hoy en conmemoración del natalicio de Don Justo Arosemena sentiría espanto por el liderazgo actual de la profesión por la cual dedicó toda su vida como ilustre abogado.

Mgtr. Javier O. Herrera R.
Abogado, Docente y Justino
Panamá, 30 de Julio 2017


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